lunes, 14 de junio de 2010

Violencia Escolar:

En nuestra sociedad actual, el colegio no escapa al torbellino de violencia de lo general a lo particular y, cada vez más, vemos que episodios de golpes e insultos se incrementan hasta el punto de ser noticias en los medios. Profesores/as y maestros/as agredidos/as por alumnos/as, peleas escolares entre adolescentes, padres que golpean a educadores, peleas entre adolescentes por un noviecito/a que terminan en combates de boxeo en la plaza cercana al establecimiento escolar por dar algunos ejemplos.

Normalmente este estallido se nota en la adolescencia, pero también la problemática surge desde el jardín, los/as niños/as son un cúmulo de actitudes que normalmente traen aprendidas desde el hogar, son un espejo y una caja de resonancia de problemáticas familiares que se transfieren en sus primeras vinculaciones con el otro/a dentro de la escuela. Desde los juegos o desde la forma de conducirse ante la maestra se percibe si ese niño o niña vive situaciones de violencia, discriminación o maltrato, o, por el contrario, si es cuidado debidamente tanto en la salud como en la higiene y si recibe afecto y contención. Responder a hábitos sencillos como tomar su merienda, ordenar los juguetes, colaborar en tareas conjuntas o realizar una actividad física ya denotan la existencia de conductas, apropiadas o no, incorporadas a través de los vínculos cercanos de crianza.

Cuando un niño/a tiene actitudes como gritos, mordidas, pataleos o se impone a través de golpes o pellizcos entre sus compañeros/as siempre es un síntoma de que algo ocurre y la cita obligada que desde la dirección se solicita la presencia de los padres muchas veces es vana porque el problema sigue oculto o minimizado e invisibilizado.

La conducta continua de lo que los niños/as aprenden como habitual tal vez tendrá explosión durante la adolescencia en donde la búsqueda de identidad y de un lugar en el mundo está en su máxima expresión y en donde lo aprendido como lógico y “normal” será la forma en que quiera ocupar un espacio en ese mundo que intenta conquistar.
Conductas sexistas en donde lo masculino prevalece sobre lo femenino, donde el uso de la fuerza es sinónimo de poder y control quizá culminen en episodios de violencia y las justificaciones queden siempre en el afuera.

Carlos Javier Díaz (docente profesor de educación física) comentaba que aunque un niño/a no sepa el significado de palabras discriminatorias sabe utilizarlas a la hora de agredir a un compañerito/a, “gorda/o”, “tonta/o”, “negro/as”, “maricón” o las consabidos “puto/a” (tan festejados por los adultos cuando los/as niños/as las pronuncian por primera vez) sin que pensemos que luego servirán para agredir a sus compañeros de clase.

Por actos pequeños y graciosos, que incluso para los adultos son inocentes, comienzan a construirse modelos de violencia, maltrato y discriminación. La gorda de la compañera, el tonto, el sucio, el maricón, infinitas etiquetas que marcan la vida de unos/as y definen la actitud de los otros/as. Víctimas y victimarios. Incluso algunos docentes no escapan a este tipo de conducta, también utilizan esas mismas estigmatizaciones con sus hijos/as contribuyendo a la naturalización.

—Rodríguez preste atención y no se quede mirando al vacío como si fuera un tonto!
—Hernández si quiere ganar este partido tiene que salir a matar!
—Pérez párese bien como un hombre en vez de estar todo el día hablando con sus compañeras!

Frases solapadas que engloban estigmatizaciones y en donde tienden a la desvalorización y la caída de la autoestima.

Es hora de revisar los valores reales en donde el respeto de quiénes somos sea primordial y que tengamos el mismo derecho de pertenecer a una sociedad que, esperemos, que algún día cambie.

Publicado en El Anden Periódico Gratuito Nº 3 pag. 02. Propiedad de Ana María Falco

3 comentarios:

  1. no lo alcanse a leer xq es re largo. .jeje pero me parece re importante tratar este tema, xq creo qe nosotros en algun momento lo pasamos, abraso!

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  2. gracias por el comentario..
    otro abrazo!!

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  3. Como andan chicos. La verdad no dejan de sorprenderme por la calidad y seriedad con las que abordan temas de suma preocupación. Que interesante es citar las fuentes de donde sacaron la información.
    Abrazos y quedo a la espera de mas.

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